La Iglesia Adventista del Séptimo Día marca «un triste aniversario», un fracaso corporativo

 

REDLANDS, California—el 15 de mayo de 2013—«Con cada año que pasa, se aumenta la vergüenza de la iglesia adventista porque no han podido procurar el regreso de Jesús», dice Richard Tinker, el presidente de Life Assurance Ministries, una organización basada en Arizona compuesta de ex Adventistas Del Séptimo Día.

Para «los no iniciados», el 18 de mayo de 2013 parece ser el šabbat oficial de celebración conmemorando el 150o aniversario de la Iglesia Adventistas del Séptimo Día, la que tiene aproximadamente 18 millones de miembros. Pero según el presidente de la Conferencia General, Ted Wilson, es un día de vergüenza mientras los fieles afrontan su fracaso en procurar la segunda venida de Jesucristo.

«Este es un aniversario muy triste», lamentó Wilson, hablando a los miembros del comité ejecutivo de la iglesia adventista mundial, el día 13 de abril. «¡Ya debíamos de haber llegado a nuestro hogar celestial! El Señor quería regresar mucho antes de esto. ¿Por qué celebrar más aniversarios cuando podríamos estar en el cielo?»

Nacido de la profecía fracasada de William Miller de que Jesús regresaría el 22 de octubre de 1844, el Adventismo del Séptimo Día fue formado por un puñado de gente que convirtió su «Gran Decepción» en una nueva religión. Durante los próximos 15 años, estos fundadores, dirigidos principalmente por la profetisa Ellen G. White, su esposo, James White, y Joseph Bates, desarrollaron un conjunto de creencias que, según ellos, habían sido olvidados desde la fundación de la cristiandad.

Hoy día, los adventistas declaran que Ellen White era inspirada de la misma manera de los escritores de la Biblia, explicando que sus palabras son «una fuente continua y autoritativa de la verdad que proveen para la iglesia consuelo, dirección, instrucción y corrección» (Seventh-day Adventists Believe, edición de 2005, págs. 11 y 247).

 

Fracaso corporativo

La misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día siempre ha sido diseminar sus doctrinas distintivas al mundo para que Jesús finalmente pueda regresar. Los adventistas profesan que su mensaje se define por los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-10:

Además, Ellen White profetizó que finalmente, los «guardadores del domingo» van a perseguir y matar a los que guardan el šabbat—legalmente. Para los adventistas, la observancia del šabbat—no Jesús—es lo que, en última instancia, separa los salvos de los perdidos.

Ellen White también enfatizaba que si los adventistas hubieran enseñado estos tres puntos satisfactoriamente, Jesús ya habría venido.

Por consiguiente, el 150o aniversario de la iglesia no es motivo de celebración dentro del adventismo. Al contrario, es motivo de la vergüenza corporativa y de un compromiso renovado a cumplir con su misión, como les recordó con severidad el presidente de la conferencia general, Ted Wilson, a sus subordinados adventistas.

«¿Por qué tenemos que prolongar más nuestro tiempo en este mundo?», preguntó Wilson. «¿Por qué debemos observar más aniversarios del establecimiento de la Conferencia General»? Enfatizando la creencia de que el adventismo es fundamentalmente distinto a todas las otras denominaciones, añadió: «Este mensaje no pasará a ningún otro grupo o iglesia... No habrá otra iglesia remanente. Ustedes y yo somos parte de la iglesia final que Dios ha preparado».

 

El proselitismo adventista

El adventismo tiene un programa de proselitismo multifacético, frecuentemente dirigido a los cristianos activos de otras denominaciones, el cual incluye:

 

La verdad sobre el adventismo

El adventismo recibió vía libre cuando Walter Martin, aclamado apologista evangélica, fundador del Christian Research Institute, y autor de The Kingdom of the Cults, se negó a pronunciar que el adventismo era una secta en los años 1950. Pero más tarde, varios historiadores y líderes adventistas admitieron que los representantes de la iglesia adventista engañaron deliberadamente a Martin durante sus conversaciones para que Martin no supiera de las doctrinas adventistas de una expiación incompleta y un entendimiento no ortodoxo de la naturaleza de Jesucristo y del ser humano.

Martin mismo dijo, en el programa de John Ankerberg en 1985: «Temo que, si [los adventistas] continúan avanzando en esta dirección, no será posible evitar la reclasificación de la iglesia Adventista como secta». (Transcripción de The John Ankerberg Show, «Who’s Telling the Truth About Seventh Day Adventism?» (¿Quién está diciendo la verdad sobre el Adventismo del Séptimo Día?), 1985, pág. 26).

Mientras el mundo cristiano observa a la iglesia adventista conmemorar su 150o aniversario este año, deben tomar nota de que no hay celebración de este hito. En vez de regocijarse, los adventistas, agobiados por la culpa, se están comprometiendo a renovar sus esfuerzos de propagar su evangelio adventista al mundo, y especialmente a los cristianos desprevenidos que no entienden lo que realmente yace detrás de la fachada blanqueada del adventismo.

Life Assurance Ministries (LAM), fundado por el ex pastor adventista, Dale Ratzlaff, es una autoridad destacada sobre el Adventismo del Séptimo Día, desde el punto de vista de los ex miembros. LAM publica la revista trimestral, ¡Proclamación!, redactada por Colleen Tinker y distribuida a casi 30.000 casas internacionalmente, además de su distribución en línea. LAM también mantiene 10 sitios web. Richard Tinker es el presidente.

 

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