La vergüenza de la culpabilidad corporativa del adventismo
Publicado por Colleen Tinker, el 2 de mayo de 2013
Este año marca el aniversario sesquicentenario de la incorporación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. En honor de este acontecimiento, el presidente de la Conferencia General, Ted Wilson, se dirigió a la membresía del comité ejecutivo de la organización mundial en el Tabernáculo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en Battle Creek, Michigan, la ciudad donde los adventistas se incorporaron oficialmente. En su sermón sabatario del 13 de abril, Wilson enfatizó que a estas alturas, «ya debíamos de haber llegado a nuestro hogar celestial», y preguntó por qué debían celebrar más aniversarios cuando «podrían estar en el cielo». También les preguntó a los miembros si habían sido «lo más fieles posible a los mandamientos y consejos de Dios». Wilson recordó a los miembros de la congregación que Dios los había llamado a un mensaje y una misión únicos, y preguntó por cuánto tiempo más los fieles seguirían rompiendo sus promesas a Dios, como la nación infiel de Israel.
Wilson regañó a los miembros por no haber sido fieles en llevar a cabo la difusión del evangelio adventista—el Mensaje de los Tres Ángeles—al mundo entero para que viniera el fin de tiempo. Luego, los retó a proclamar estos mensajes para «cosechar los frutos del proyecto de la Gran Controversia», y a introducirse en Nueva York y otras ciudades con su nuevo proyecto, «la Misión para las ciudades». Además, recordó a los asistentes que los miembros siempre deben estar utilizando el «brazo derecho del evangelio», el mensaje comprensivo de salud proclamado por los adventistas.
Wilson refrescó la memoria de su rebaño en decir que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es la denominación «especialmente indicada para este movimiento», y que su mensaje especial no pasará a ningún otro grupo. «Ustedes y yo somos parte de la iglesia final que Dios ha preparado». También les aseguró a sus oyentes que «la Conferencia General, como el cuerpo supervisor general de la obra de Dios en el mundo, se mantendrá firme por la causa de la verdad. No disminuirá su papel fuerte de dirigir y cultivar los Adventistas del Séptimo Día mundiales hasta que los mismos acontecimientos de la historia ocurran, cuando finalmente la persecución religiosa impida la función de organizaciones. La Conferencia General, por la gracia y el poder de Dios, no será descentralizada, ni neutralizada, ni marginada».
Descifrando sus palabras
Ambas declaraciones de Wilson, de que los miembros no han sido fieles a Dios, y que son culpables por no haber llegado al hogar celestial, vienen directamente de Ellen White. Ella dice que Dios ha demorado la venida de Jesucristo porque los adventistas no han hecho su trabajo. En Desire of the Ages, págs. 633-34, White escribe: «Nosotros tenemos el poder de acelerar la venida del Señor por nuestros esfuerzos de difundir el evangelio por el mundo. No sólo debemos esperar, sino también acelerar, la venida del día de Dios. 2 Pedro 3:12, margen. Si la iglesia de Jesucristo hubiera hecho su trabajo designado como el Señor había ordenado, el mundo entero habría sido advertido, y el Señor Jesús habría venido a nuestra tierra en poder y gran gloria».
En 1900, ella presionó a su rebaño, echándole mucha culpa con sus palabras: «Jesucristo está esperando con un fuerte deseo para la manifestación de Sí Mismo en Su iglesia. Cuando el carácter de Jesús se reproduce perfectamente en Su pueblo, Él vendrá para reclamarlo como Suyo» (Christ’s Object Lessons, pág. 69).
Tres años después, ella escribió en el General Conference Bulletin, fechado el 30 de marzo de 1903: «Sé que si el pueblo de Dios hubiera preservado una conexión viviente con Él, si hubieran obedecido Su Palabra, ahora mismo estarían en el Canaán celestial».
Pero la realidad es que el Adventismo del Séptimo Día nació de una profecía fracasada que proclamaba que Jesucristo vendría el 22 de octubre de 1844. Cuando los líderes adventistas se negaron a admitir que habían pecado cuando determinaron una fecha para el regreso de Jesús, concibieron una explicación alternativa de la fecha equivocada: ese día, Jesús se trasladó del lugar santísimo del cielo al lugar santísimo y empezó el juicio investigativo para decidir quién de los que proclaman fe en Él realmente han arrepentido de todos sus pecados, así siendo dignos de transferir sus pecados a Satanás, el chivo expiatorio, para que él los llevara fuera del cielo al lago de fuego.
Muy pronto, los fundadores adventistas añadieron otras creencias: el šabbat como el sello de Dios, la adoración dominical de Dios como la marca de la bestia, y un mandato de proclamar al mundo su «evangelio» único, lo que dice que los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-10 llevan el último mensaje para el mundo.
Para resumir, el mensaje dice: el primer ángel llama a todo el mundo a recordar que Dios es el creador, y la humanidad debe adorarlo en el séptimo día, el día que Él creó para ser el šabbat. El segundo ángel anuncia que Babilonia, «el protestantismo apostata» y los Católicos Romanos, que han influido a todo el mundo a beber el vino de la falsa adoración dominical, ha caído. El tercer ángel declara que todo aquel que adora a la bestia o a su imagen (adorando a Dios en el domingo) recibirá la marca de la bestia. El evangelio adventista consta de los mensajes de estos tres ángeles. Este llamado de dejar de adorar a Dios en el domingo y unirse a la iglesia remanente es el trabajo que los adventistas no han hecho; y según Ellen White y la teología adventista, Jesús no vendrá hasta que Su pueblo haya terminado el trabajo.
Como adventista dedicado, Ted Wilson es coherente cuando regaña a su rebaño porque todavía están aquí para celebrar 150 años de existencia. Sabe que los adventistas están perdiendo su sentido de urgencia; están empezando a cuestionar cuando o si el pronto regreso de Jesús sucederá. Así que les está recordando lo que «la inspiración» ya les ha dicho: Jesús vendrá. No va a haber otra iglesia remanente u otro mensaje. El adventismo es el nuevo Israel; el rebaño adventista ha desobedecido y todavía está vagando por el desierto figurativo, pero viene el día en que la ley de domingo será aprobada, y finalmente, los adventistas serán silenciados por la persecución religiosa.
Antes de aquel terrible día, tienen que cumplir con su trabajo. Deben cosechar el fruto de su proyecto «Gran Controversia», el que han concluido. El objetivo de este proyecto de la organización adventista mundial es diseminar millones de copias del libro emblemático de White, la Gran Controversia, en varias ediciones y en todos los idiomas principales del mundo. Los fieles adventistas deben emprender apasionadamente su proyecto actual para tener reuniones evangelísticas en las ciudades principales del mundo, no sólo para presentar el mensaje adventista, sino también para entrenar a los evangelistas laicas a fin de continuar la obra local después de la salida de los evangelistas y sus programas.
Significativamente, Wilson recuerda a su rebaño de las instrucciones de White: deben usar «el brazo derecho del evangelio», su «mensaje de salud», para despertar el interés y atraer a la gente de nuevo al mensaje adventista. Deben utilizar revisiones de la salud, escuelas de cocina vegetariana, clases en la comunidad sobre la salud del corazón, y tiendas de alimentos naturales y restaurantes para introducir a la gente al adventismo.
El mensaje de Wilson es urgente, que los adventistas tengan vergüenza por su fracaso corporativo de cumplir con su encargo. Jesús no ha regresado todavía, porque ellos, los adventistas, no han predicado el Mensaje de los Tres Ángeles al mundo, y hasta ahora, no han reproducido el carácter de Jesucristo—la obediencia perfecta de la ley—para que Jesús venga.
Wilson asegura a sus seguidores que la Conferencia General misma no será «descentralizada, ni neutralizada, ni marginalizada» a pesar de la falta, de parte de muchos adventistas, de proclamar el adventismo histórico. Wilson no los perdona; sólo tienen una razón para su existencia—terminar el trabajo para que regrese Jesús.
La herramienta más poderosa de Wilson es la vergüenza que puede generar al recordar a su rebaño asediado que le han fallado a Dios. Han prevenido su regreso, y sólo ellos pueden hacerlo posible. Ellen White resumió este dilema adventista en 1909, cuando escribió: «Si cada soldado de Jesucristo hubiera hecho su deber, si cada centinela en las murallas de Sion hubiera sonado el trompeta de cierta manera, el mundo podría haber oído el mensaje de advertencia. Pero el trabajo tiene muchos años de atraso; mientras los hombres han dormido, Satanás ha tomado la delantera» (Testimonies for the Church, vol. 9, pág. 29).
La culpabilidad corporativa del adventismo es la carga que Wilson lleva como el presidente. Necesita que su rebaño de fieles recoja la carga y le ayude a llevarla hasta la gloria.
Para más información, se puede encontrar el artículo, escrito por Mark Kellner, de la fuente Adventist Review, titulado: “No More Anniversaries, Wilson Says in Spring Meeting Sermon”.
Colleen Tinker, la redactora de la revista ¬¡Proclamación!, y su esposo, Richard, se separaron del adventismo en 1998 con sus dos hijos, Roy y Nathanael, que en ese entonces estaban estudiando en el sexto y el décimo grado, respectivamente. Desde 1999, Colleen y Richard han sido co-líderes del estudio bíblico del grupo de compañerismo cristiano para ex adventistas, de la iglesia Trinity en Redlands, California. Colleen, graduada de la Universidad de Walla Walla, era maestra de inglés en la escuela secundaria, y era directora editorial de la revista Adventist Today. También es líder de un grupo pequeño de discusión del ministerio para mujeres de la iglesia Trinity. Colleen se hizo la madrastra de Roy y Nathanael en 1989, y en 2008, los adoptó. Romanos 8:15-17 ya tiene una nueva profundidad e importancia para ella y Richard, desde que ella y sus hijos eligieron a unirse, legal y permanentemente. Ella y Richard comparten su oficina con Rocky, su perro Pastor de Shetland, y están muy emocionados con su nueva nieta.
Copyright 2000-2013 Life Assurance Ministries, Inc., Camp Verde, Arizona, USA. All rights reserved. Revised May 16, 2013.
Contact: proclamation@gmail.com
Información para la prensa